Y a veces te dejas querer y descubres que es más bonito de lo que recordabas... pero a la princesa herida del teatro de la vida las cosas no le pueden salir bien tan fácilmente. Al despertar del precioso sueño saca su parte cínica acompañada de un poco de odio. Después, al relativizarlo todo se da cuenta de lo afortunada que fue de compartir ese momento. No sabe si esa persona es realmente tan mágica como le hizo creer que era, pero prefiere seguir pensando que lo es… y entonces descubre lo que anda buscando.
Busca mis ojos,
toma mi mano, acércate.
Este es tu sitio,
ésta es tu taza de café.
No digas nada,
dices con la mirada más de lo que crees.
A la deriva,
llevas el alma en el timón.
Vas por la vida,
solo escuchando al corazón.
Buscas un puerto,
buscas un cielo abierto
lejos del dolor...
Oh, oh, oh, Raquel
Tanto camino,
tanto buscarte en otra piel.
A tu destino
querías mantenerte fiel.
Princesa herida,
el teatro de la vida
cambia tu papel...
Oh, oh, oh, Raquel